Acerca de los autores y su institucionalización a pérdida

Ir a los textos originales siempre sorprende...
Es que hay en ellos una libertad que se siente fuertemente. No tratan de "parecerse a" o se preocupan por "alejarse de"...Muy por el contrario, buscan esa diferencia, la indagan, la ponen en causa...

Leer los textos de Freud, por ejemplo, el temprano "Algunas consideraciones con miras a un estudio comparativo de las parálisis motrices orgánicas e histéricas (1893 [1888-93]), o "Intervención sobre la transferencia" de Lacan (1951), o "Lógica del sentido" (1969) donde Deleuze una y otra vez nos lleva de paseo junto a Alicia y su país de las maravillas...es animarse a entrar en otro espacio: linea de fuga que construye un espacio alterno, posible, otra lectura, Otra lectura pero con la O TACHADA...

Acerca de esto, aquí hay un fragmento de una entrevista al traductor portugués de Deleuze: Peter Pál Perbart por parte de “el colectivo Situaciones” (Tinta Limón ediciones). Pueden verla completa en el link www.nodo50.org/tintalimonediciones.

"Vemos diferentes usos o modos de hacer presente la obra de Deleuze. Hay un uso un tanto abusivo, que a nosotros nos causa cierto malestar, al que podría llamárselo “deleuzianismo”. Y, por otro lado, lecturas más cuidadosas, más personales. Esta última fue la sensación que tuvimos al leer en tus textos las recurrencias en temas, problemas y recorridos referidos a Deleuze. La idea era preguntarte si vos habías pensado en estas diferentes lecturas.

A mí también me aplasta esta adhesión incondicional, doctrinal, partidaria e ideológica a Deleuze. Lo mío es más bien una intimidad… blanchotiana diría, con una cierta distancia. Creo que la obra de Deleuze no es un sistema, una doctrina, un conjunto de reglas; para mí todavía es un pensamiento muy enigmático. Veo que hay muchos agujeros, muchos saltos que no entiendo; distintos tonos. Creo que cuando lo que se hace es simplemente “adherir”, se aplastan otras dimensiones, algunas de las cuales vengo trabajando últimamente. Veo a los “deleuzianos” a la luz de una fórmula con la que Toni Negri nombro una vez a Deleuze como un sacerdote de la alegría. Y a Deleuze eso lo incomodaba. Por eso el “deleuzeanismo” como una especie de sacerdocio de la alegría tiene sus peligros; y no es que eso no esté en Deleuze, está, pero de otra manera. Creo que en Deleuze hay muchos momentos en los que habla por ejemplo de cosas como la apatía, el agotamiento, el dolor, la tristeza. Nunca lo hace de una manera piadosa, ni religiosa, ni en un tono de negatividad. Tal vez podríamos empezar a pensarlo conceptualmente. Un heideggeriano residente en Brasil leyó Diferencia y Repetición y dijo: “impresionante, no hay negatividad en ese libro”. Algo que podríamos considerar un elogio, él lo tomó como un absurdo filosófico. Pero yo creo eso mismo: que estas figuras que aparecen en Deleuze no son figuras de la negatividad. Y es muy difícil de pensarlas, ya no como signo de la negatividad, sino como otra cosa. Por eso me interesa la relación de Deleuze con Blanchot. Blanchot es un autor poco conocido, poco trabajado, está muy encerrado en la escuela literaria, mucha gente piensa que es un crítico literario; yo creo otra cosa. Influenció mucho a toda una generación entre los que está Derrida, Deleuze y también Foucault de una forma no muy palpable, no se sabe bien cómo, con su noción del afuera, y con la idea del Morir distinta de la Muerte: morir como una especie de proceso vital. Creo también que hay en Deleuze toda una compleja relación con lo impensable. Es una relación que existe también en Heidegger pero de otra manera, con otro tono; y quizá el tono sea lo esencial. El tono es como el termómetro de un tipo de pensamiento. ¿Qué mueve un pensamiento en el que lo lee, lo escucha, lo trabaja? ¿Qué produce? ¿Qué forma de parálisis, qué forma de movilización? Si quisiera organizar esto conceptualmente, no tengo mejor fórmula que la de Nietzsche: el pensamiento es siempre expresión de un tipo de vida, síntoma de una manera de vivir. Entonces uno no se pregunta si un pensamiento es verdadero o falso. Pregunta en cambio qué tipo de vida pide pasaje, qué tipo de vida está afirmándose junto a ese pensamiento"

En el excelente blog (ya se los he recomendado) http://deleuzefilosofia.blogspot.com/2009_01_01_archive.html  hay un excelente análisis de Daniel Ferioli Seragopian, este es solo un extracto y vale la pena leer el total, que dice lo siguiente:

"Cuando Lacan hace su linea de fuga de la Sociedad Francesa de Psicoanálisis y la IPA (la ‘excomunión’), ocurre algo similar. Hace una línea de fuga ante las líneas duras, pero luego también se organiza de tal modo que prevalecen algunos segmentos duros.

En el plano social, ocurre algo similar con los flujos revolucionarios, que funcionan como líneas de fuga al comienzo, al escapar, huir y hacer huir lineas de transformación. La línea de fuga pasa a ser flexible, sobre un plano de consistencia, pero luego se endurece y arma un plano de organización (partido político muy organizado). Ha pasado con el stalinismo, ha pasado en la revolución china, ha pasado en parte en la cubana, influída por los soviéticos.
En la vida de las personas, en la biografía de artistas o creadores, en los amores (pareja y matrimonio) y hasta en Edipo, encontramos estéticas de líneas similares, pasando de las de fuga a las flexibles, y terminando en las duras, con planos de organización en espacio estriados.
Agregamos acá, el concepto de Espacio (liso o estriado).
Una institución psiquiátrica o un Hospital General, suele ser un espacio estriado, marcado, por un deber ser o ‘imperativos categóricos’. En ese espacio, habitan planos de organización (por ejemplo, cada sector: Guardia, Salas de Internación, Hospital de Día, Consultorios externos, etc.). La disposición de espacio y plano, en tanto estriado y de organización, involucra que en esos planos predominarán las líneas duras.
Sin embargo, cada actor institucional intenta o produce micro-líneas de fuga cada tanto, hacia espacios menos estriados, o lisos. Un espacio de supervisión, un grupo de estudio, un espacio de ateneo, o para pensar la tarea. En algunas instituciones, los profesionales se ven llevados hasta materializar esa fuga invisible, yéndose corporalmente afuera, a una exterioridad (‘el bar de enfrente’, por ejemplo). En estos espacios menos estriados, se da lugar a la posibilidad de un nuevo plano de composición, un plano de consistencia y no de organización, donde podrán trazarse líneas flexibles: concretamente se podrá pensar. Si “pensar es pensar de otro modo”, esto será posible en otra topología, un cambio de imaginario, otro lugar: un plano de consistencia para las líneas flexibles después de trazada la breve línea de fuga.
* Una Escuela suele ser también un espacio estriado, con planos de organización y líneas duras. Tan duras que se sienten en el cuerpo, que lo recorren, lo formatean : contracturas crónicas, dolores, cefaleas, hipertensión. Las maestras, tanto como los alumnos, intentan una línea de fuga en los recreos, o las horas libres. Allí habitan un espacio liso, o menos estriado, intentan construir planos de consistencia para líneas flexibles.
O sueñan una definitiva línea de fuga que las traslade a otro espacio.
La Dirección interviene para con una maestra cuando algún padre se queja.
Allí nuevamente se endurecen las líneas.
*
Líneas de fuga cuidadosas /peligrosas
La cuestión de las líneas con el plano, resulta de la mayor importancia en el caso de que se tracen líneas de fuga, por ejemplo, para salir de una captura. Muchas veces no está el plano para la línea, y entonces aparece el vacío en plena línea de fuga : ocurre una defenestración, un fuera de código, un aspecto destructivo de la línea: Deleuze la llama línea de abolición.
*
Las biografías de Van Gogh y Gauguin pueden darnos ejemplos.
Paul Gauguin vivió en Copenhague, Dinamarca, durante años con las líneas duras de un corredor de la Bolsa de Comercio. Probablemente harto de ese plano de organización y espacio estriado, inició no sin rupturas fuertes, una línea de fuga a París. Allí en vez de los planos de organización, se ubicó y construyó planos de consistencia con líneas flexibles, en circuitos de artistas y reuniones. Pero su gran línea de fuga, su gran desterritorialización era Tahití.
Después de conocer la isla, ya colonizada, por un tiempo, y entrar en relación con los llamados salvajes o primitivos, tiene una experimentación, similar a la de Artaud en México, que no puede olvidar. De hecho hace pinturas de Tahití en Paris, mientras anhela volver.
Tiene la idea, produce el deseo, quiere trazar la línea de fuga, pero no encuentra el plano. Trata de hacer contrato con un marchand, para que le envíe dinero por obras que vaya pintando, y no funciona. Trata de ahorrar dinero, pero le roban. Trata de vender sus pinturas en una subasta incluso arreglada con amigos para que levanten el precio, pero no alcanza: trata de construir el plano de consistencia.
Finalmente y por cansancio, logra irse de París, no sin dificultades.
Veamos los segmentos biográficos esenciales: líneas duras en Dinamarca, lineas flexibles en Paris (que no le alcanzan para respirar la creación), línea de fuga en Tahití.
Logra finalmente el plano y traza la línea. Sigue pintando toda su vida.
* Vincent Van Gogh hizo varias líneas de fuga. Las más importantes, quedaron en su pintura, la ruptura con el código impresionista, la des-codificación y neo-codificación de forma y color que no logró vender un cuadro pese a su hermano marchand, Theo. (Resulta una paradoja muy cruel, sobre todo al precio que logra venderlo Christie’s).
Hizo varias líneas de fuga en su vida: hacia la mística, hacia otras clases sociales, hacia un grado de locura; y de trayectos concretos hacia Paris, Arlés, su amistad con Gauguin, su pelea con él. Sería un caso en que finalmente la línea de fuga y la máquina de guerra creativa terminaron en línea de abolición y máquina autodestructiva.
* Artaud sería otra biografía en que las líneas de fuga no encuentran o no producen un plano, y terminan mal. De tendencia fuertemente rupturista, sin embargo con ‘la razón’ de su lado en muchos casos, termina internado en Rodez. Va del polo esquizo al polo paranoico.

* C a r t o g r a f í a s



Ya situamos el orden geométrico deleuzeano de líneas, planos, espacios.
Ahora bien, ¿qué sería una cartografía?
Un lugar de donde irse, un lugar adonde ir.
Lugares por donde transcurrir, o donde quedarse un tiempo.
Qué sería un lugar?
No sólo una topología física, sino un modo de existencia en una geografía humana ( una subjetivación).
Un espacio para el tiempo de una historia.
La cartografía indica un trayecto en extensión, que constituye un mapa . Pero un trayecto en lo extensivo, involucra un afecto en lo intensivo.
Un mapa de trayectos conlleva un mapa de afectos.
Una cartografía biográfica implica reconocer qué trayectos –en extensión- fundamentales ha realizado la persona, y qué ha ocurrido en esas topologías vitales. Por trayectos podemos entender también los campos de relaciones sociales o microsociales que se frecuentaron, es decir, los campos de inmanencia de los agenciamientos .
Y qué afectos se han producido, y/o han devenido en esos agenciamientos, en los que cada individuación ocupó un lugar y una posición.
Los afectos, a su vez, Deleuze los relaciona inmediatamente con el concepto de intensidad:
“..la intensidad es la intensidad del afecto en cuestión”
“ ..siendo los afectos las intensidades de las que un ser es capaz”
Y una Cartografía Clínica, implica situar en un mapa biografico, un mapa de vida, los puntos clínicos, o mejor: las líneas.
Cuales serían las líneas clínicas? Las que involucran padecimiento.
Ubicar los puntos o segmentos de padecimiento – y sus intensidades – en las líneas de vida, o las líneas de padecimiento en un plano.
Y la aparición y mantenimiento de síntomas que afectan al sujeto.

De una clase de Deleuze:
“Lo que cuenta en la vida de alguien, individuo o grupo, es un cierto conjunto que puede llamarse una cartografía"

Hasta aqui, la cita que elegi, del trabajo de Daniel Ferioli Seragopian.
Y a pie juntillas, un interesante ejemplo de tratamiento inspirado en el pensamiento de Deleuze-Guattari, pueden encontrarlo en el siguiente link: http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:a1XfJNcXmSgJ:www.slideshare.net/cientificas/deleuze-y-la-clnica-capitulo-i+%C2%B7Toda+la+cura+es+un+viaje+al+fondo+de+la+repetici%C3%B3n%22+Deleuze&cd=4&hl=es&ct=clnk&gl=ar

El problema es que no encuentro la firma del analista que lo lleva a cabo (si alguien puede ayudarme al respecto se lo agradeceré. Me parece un trabajo interesantísimo. Lo encuentran bajo el nombre: “Deleuze y la Clínica. Capítulo 1”